Consejos para conductores

La mala salud y el abuso de sustancias puede tener un impacto significativo en la seguridad a la hora de manejar. Tener las horas suficientes de sueño, estar físicamente activos, tomar abundante líquido, evitar el alcohol y las drogas y alimentarse de manera nutritiva son factores claves.
El estrés y las preocupaciones también pueden afectar el manejo.
Los conductores pueden querer continuar trabajando aún estando enfermos o lesionados. Lo mejor es cuidarse, y no empeorar enfermedades o lesiones.

Las personas que manejan tienen tres veces más probabilidades de sufrir un accidente si están cansados. Estos son algunos tips:

Tener al menos siete horas de sueño cada noche. Las personas que duermen menos de seis horas tienen más probabilidades de quedarse dormidos mientras manejan. Es importante tomar en cuenta que el uso de cafeína puede alterar los patrones de sueño y potencialmente empeorar la fatiga.
Identificar signos de fatiga cuando estén manejando. Además de somnolencia y bostezos, los signos de fatiga incluyen los desvíos hacia las cunetas o bermas, saltarse turnos, tiempos de reacción reducidos y la llamada “hipnosis de carretera” (olvidarse de la distancia recién recorrida).
Hacerse a un lado y descansar cuando se sientan fatigados. El movimiento y los ejercicios de elongación y estiramiento pueden aumentar el flujo sanguíneo y así estimular la sensación de alerta. También pueden tomar siestas de 10 a 45 minutos; de hacerlo, debieran esperar 15 minutos después de despertar antes de retomar su labor.

Evitar la conducción distraída.
Verifica que los vehículos utilizados estén en condiciones seguras para operar. Los vehículos debieran ser confiables y todos sus componentes (señalizadores, luces y limpiaparabrisas, entre otros) deben estar funcionando en perfecto estado.

Estaciona en áreas bien iluminadas y evita entradas que requieran retroceder. Siempre se debe estar mirando a los vehículos mientras están estacionados, nunca dejarlos desatendidos.
Maneja el efectivo con precaución, guardándolo de la manera más escondida que sea posible. También se debe limitar la cantidad de efectivo que se acarrea y evitar hacer depósitos bancarios o giros sin estar acompañado por otras personas.
Pídeles a los clientes que entreguen un número telefónico y verifícalo siempre antes de hacer una entrega. Rehúsate a tomar cualquier pedido que parezca sospechoso.
No hagas repartos en zonas que se sientan poco seguras —callejones oscuros o entradas posteriores— y evita transitar por caminos con hielo u otros riesgos.

FUENTE: CHUBB

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